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A mi hija adolescente se le siente una bolita en uno de sus pechos: ¡Qué angustia!

Dr. Juan Domingo Porras Hernández


 

Si tu hija tiene una bolita en uno de sus senos, tranquilízate, el cáncer de mama es excesivamente raro antes de los 18 años de edad. La gran mayoría de las bolitas en el pecho de niñas y adolescentes son benignas y no requieren tratamiento alguno (1). La probabilidad de que una bolita en el pecho de una adolescente sea cáncer es bajísima: menor a 0.2/100,000 mujeres entre 15 y 19 años de edad (2).

 

El desarrollo de las mamas es el primer signo de pubertad en una mujer, y ocurre normalmente entre los 8 y 13 años de edad, con un promedio entre los 11 y 11.5 años. Es común que una mama se desarrolle antes que la otra. Por lo general, 6 meses después aparecen el resto de los caracteres sexuales secundarios (3).

 

El desarrollo de las mamas está mediado por hormonas. Los estrógenos estimulan el crecimiento de la grasa y de los conductos de leche de la mama. La progesterona estimula el crecimiento de la glándula mamaria en sí (3).

 

Esta estimulación hormonal ocasionará un desarrollo progresivo de la mama a lo largo de 5 etapas, que se completan en un periodo de 2 a 4 años, alcanzando la forma adulta casi siempre a los 16 años de edad (4). La primera menstruación o menarca ocurre generalmente 2 años después de que se alcanza la segunda de estas 5 etapas.

 

La falta de desarrollo mamario a los 13 años de edad se considera desarrollo tardío y es conveniente que la adolescente sea evaluada por un endocrinólogo pediatra.

 

Hay múltiples causas de que se sienta una masa en el pecho de una adolescente. Las 5 causas más comunes son el fibroadenoma (30%), la ginecomastia (12%), la mastopatía fibroquística (10%), la hipertrofia juvenil (10%) y la mastitis (8%). Todas son benignas, por lo general requieren observación y, sólo casos seleccionados, algún procedimiento quirúrgico (4).

 

En una adolescente, hay dos factores que sí pueden incrementar el riesgo de un cáncer de mama (5):

 

 

 

1. Una historia personal de cáncer.
El cáncer en otra parte del cuerpo de una adolescente puede dar metástasis al pecho. Por ello, en una adolescente que tiene un cáncer en alguna parte de su cuerpo y tiene una masa en alguna de sus mamas, debe investigarse pronto con una biopsia efectuada idealmente por un cirujano oncólogo pediatra o un cirujano pediatra certificado.

2. Exposición a radiación.
La radiación ionizante al tórax, especialmente la que se utiliza para tratar ciertas formas de cáncer como el linfoma, puede incrementar hasta 80 veces el riesgo de un cáncer de mama en los siguientes 20 años después de la radiación (6). Por ello, se recomienda que las mujeres que tuvieron este tipo de tratamiento reciban una exploración de pecho dos veces al año por su médico.

 

Existen múltiples factores, algunos modificables y otros no, que pueden favorecer el desarrollo de un cáncer de mama en la edad adulta.

 

Sería conveniente que las adolescentes practiquen a lo largo de su vida las siguientes conductas protectoras para disminuir su riesgo de cáncer de mama en la etapa adulta:

 

• Dar el pecho a sus hijos.

• Evitar el consumo de alcohol.

• Mantener un peso adecuado para su talla.

• Tener actividad física aeróbica vigorosa al menos 2 horas por semana.

 

La precisión diagnóstica y los beneficios de la autoexploración de las mamas no han sido científicamente evaluados en mujeres adolescentes (4).

 

Teóricamente, enseñar la autoexploración a una adolescente puede promover conductas positivas respecto a su salud. Sin embargo, debido a que el cáncer de mama es extraordinariamente raro antes de los 18 años de edad, la autoexploración también puede asociarse al desarrollo de angustia y ansiedad innecesarios en una adolescente y su familia, o a intervenciones innecesarias para problemas básicamente benignos (1).

 

En mujeres adultas, la autoexploración es valiosa para aumentar la visibilidad del problema del cáncer de mama (7), y para ayudar a cada mujer a estar consciente de su responsabilidad en la búsqueda oportuna de ayuda calificada.

 

Está demostrado científicamente que en mujeres adultas la autoexploración no disminuye la mortalidad por cáncer de mama y puede ocasionar problemas de sobretratamiento (8).

 

La medida que sí conduce a un diagnóstico y tratamiento oportuno y correcto —y que por lo tanto, sí disminuye significativamente la mortalidad por cáncer de mama— es que una mujer se efectúe una mastografía cada dos años a partir de los 50 años de edad (9).

 

Independientemente de su edad, toda mujer que se encuentre una bolita en alguno de sus pechos debe ser evaluada por un médico competente y experto en enfermedades mamarias.

 

En adolescentes, un ginecólogo con experiencia en enfermedades mamarias o un cirujano pediatra certificado son los especialistas correctos para evaluar estos problemas y decidir si es necesaria la participación de otros supraespecialistas.

 

Ahora, ¡ya sabes! Si tu hija adolescente tiene una bolita en alguno de sus pechos, tranquila: lo más probable es que se trate de un problema benigno y es importante que sea valorada por un especialista calificado.

 


Referencias:

1. De Silva NK, Brandt ML. Disorders of the breast in children and adolescents. Part 2: breast masses. J Pediatr Adolesc Gynecol. 2006; 19: 415-418.

2. Howlader N, Noone AM, Krapcho M, y cols. Surveillance Epidemiology and End Results SEER Cancer Statistics Review, 1975-2011. Bethesda: National Cancer Institute, 2014.

3. Brandt ML. Disorders of the breast. En: Coran AG, Adzick NS, Krummel TM, Laberge JM, Shamberger RC, Caldamone AA. Pediatric Surgery. 7th. Ed. Philadelphia: Elsevier, 2012. pp. 771-778.

4. Jayasinghe Y, Simmons PS. Breast Disorders in the Female. En: Fisher MM, Alderman EM, Kreipe RE, Rosenfeld WD. Textbook of Adolescent Health Care. Chicago: American Academy of Pediatrics, 2011. pp. 621-634.

5. Corpron CA, Black CT, Singletary SE, Andrassy RJ. Breast cancer in adolescent females. J Pediatr Surg. 1995; 30: 322-324.

6. Moskowitz CS, Chou JF, Wolden SL, y cols. Breast cancer after chest radiation therapy for childhood cancer. J Clin Oncol. 2014; 32: 2217-2223.

7. Martínez-Montañez OG, Uribe-Zúñiga P, Hernández-Ávila M. Políticas públicas para la detección oportuna del cáncer de mama en México. Salud Pública Méx. 2009; 51: 350-360.

8. Kösters JP, Gotzsche PC. Regular self-examination or clinical examination for early detection of breast cancer. Cochrane Breast Cancer Group. Cochrane Database of Systematic Reviews. (Issue 3), 2008.

9. World Health Organization. Breast cancer: prevention and control. Geneva: World Health Organization, 2014. (http://www.who.int/cancer/detection/breastcancer/en/ acceso efectuado el 4 de octubre del 2014).


Para saber más, puedes consultar los siguientes sitios en internet:

www.who.int/cancer/detection/breastcancer/en/
(Sitio de la Organización Mundial de la Salud, donde se describen las estrategias que recomienda para la detección oportuna del cáncer de mama).

 

www.cancer.org/cancer/breastcancer/
(Sitio de la American Cancer Society, donde se describen con un lenguaje claro y sencillo las características fundamentales del cáncer de mama)



El Dr. Juan Domingo Porras Hernández es cirujano pediatra, cirujano de tórax y endoscopista pediatra. Colabora en el cuidado integral de la salud de niños y adolescentes en Antala Kuné, en la ciudad de Puebla. Participó como Coordinador del Comité de Evaluación del Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica hasta septiembre del 2014.


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