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Mi hijo tiene fiebre, ¿qué hago?


Dr. Juan Domingo Porras Hernández


 

La fiebre en los niños es muy común y si no va acompañada de otros síntomas o signos de gravedad (independientemente de qué tan alta sea), no es peligrosa (2). Sin embargo, causa mucha angustia a los padres.

 

Los seres humanos tenemos fiebre cuando nuestra temperatura corporal es igual o mayor a los 38oC (100.4oF) (1). La temperatura normal de nuestro cuerpo varía entre los 36oC y los 37.9oC (96.8oF a 100.2oF). Llamamos febrícula a una temperatura de 37.8oC (100oF) o 37.9oC (100.2oF) porque está a punto de ser una temperatura anormal: está a una o dos décimas de grado de convertirse en fiebre.

 

Cuando un niño menor de 5 años de edad tiene fiebre, en más del 90% de las ocasiones se debe a un problema infeccioso no grave, generalmente viral, que se autolimita en el curso de 3 a 5 días (3). Esto significa que el niño puede recibir cuidados en casa, sin necesidad de llevarlo al servicio de urgencias de un hospital.


Cuando un niño es menor de 3 meses de edad y tiene fiebre, sí es importante que cuanto antes sea evaluado por un pediatra. En ese grupo de edad, la fiebre puede ser la única manifestación de una infección bacteriana grave.

 

Si sientes caliente la frente, el cuello, el pecho y las manos de tu hijo (las 4 áreas, no sólo una), es importante que le tomes la temperatura para saber si es mayor a 38oC. Los dos lugares más confiables para tomar la temperatura de un niño menor de 5 años de edad son la axila y el recto (4). En estas edades, los termómetros digitales y los de mercurio son más precisos que los de oído, los de emisión de radiación infrarroja, los de punto químico o los de tira para la frente. En mayores de 5 años de edad, los termómetros digitales axilares son útiles, y los de oído, muy precisos (4).

 

Si corroboras que tu hijo tiene 38oC o más de temperatura, esto es lo que te sugiero hacer (1, 5):

 

Si es menor de 3 meses de edad

Si es mayor de 3 meses de edad y…

Llama de inmediato a tu pediatra.

Tiene además uno o más de los siguientes síntomas o signos:

Sólo tiene fiebre

  • Su piel se ve moteada, gris o azul.
  • Está muy adormilado y no se despierta completamente.
  • Casi no se mueve.
  • Su llanto es débil y continuo.
  • Tiene abombada la mollera.
  • Respira muy rápido, como si hubiera corrido, y se queja al respirar.
  • Se le hunde el pecho o la piel entre las costillas.
  • Tiene manchas rojas en la piel que no blanquean al presionarlas.
  • Lleva 5 minutos convulsionando.

 

  • Su piel está pálida y seca.
  • Está más irritable, molesto o llorón de lo habitual.
  • No quiere comer.
  • Respira muy agitado.
  • Tiene mucha sed y la boca seca.
  • No ha orinado en 6 horas.
  • Ha tenido fiebre por más de 5 días.
  • Se le ve hinchada alguna articulación.
  • No mueve o no quiere apoyar una pierna.
  • Vomita verde.
  • Tiene dolor abdominal intenso y continuo, por al menos 2 horas seguidas.
  • Hace popó con sangre.
  • Convulsionó menos de 5 minutos.

Tranquilízate. Dale un baño con agua tibia. Puedes darle sólo una dosis del medicamento que tu pediatra habitualmente te indica para controlar la fiebre. Programa una cita con él si la fiebre persiste en las siguientes 48 horas.

Llévalo de inmediato a urgencias

Llama a tu pediatra para que te lo revise en el curso de las siguientes 3 horas

 

Si tu hijo ha sido un niño sano, la probabilidad de que convulsione al tener fiebre es menor al 5% (6). ¡Tranquila! Si llega a convulsionar, te recomiendo seguir los siguientes pasos:


 

¡La fiebre no es peligrosa y no daña el cerebro! (7). Por el contrario, ayuda a optimizar la respuesta de defensa de nuestro organismo ante agentes que tratan de lastimarlo (2).

 Evita tener miedo de la fiebre. ¡Actúa con cautela! ¡Infórmate!

 


¿Quieres saber más?

Consulta el sitio del National Institute for Health and Care Excellence que ofrece información autorizada, confiable y fácil de entender sobre este tema: http://publications.nice.org.uk/ifp160


Referencias:

1. National Institute for Health and Care Excellence. Feverish illness in children. Assessment and initial management in children younger than 5 years. Manchester: National Institute for Health and Care Excellence, 2013.


2. Sullivan JE, y cols. Fever and antypiretic use in children. Pediatrics. 2011; 127: 580-587.


3. Colvin JM, y cols. Detection of viruses in young children with fever without an apparent source. Pediatrics. 2012; 130: e1455-e1462.


4. Leduc D, y cols. Temperature measurement in pediatrics. Community Paediatrics Committee, Canadian Paediatric Society, 2013.


5. National Institute for Health and Care Excellence. Traffic light system for identifying risk of serious illness. Manchester: National Institute for Health and Care Excellence, 2013.


6. Subcommittee on Febrile Seizures. Febrile seizures: Guideline for the neurodiagnostic evaluation of the child with a simple febrile seizure. Pediatrics. 2011; 127: 389-394.


7. El-Radhi, AS. Why is the evidence not affecting the practice of fever management? Arch Dis Child. 2008; 93: 918-920.




El Dr. Juan Domingo Porras Hernández es cirujano pediatra, cirujano de tórax y endoscopista pediatra. Colabora en el cuidado integral de la salud de niños y adolescentes en Antala Kuné, en la ciudad de Puebla. Participó como Coordinador del Comité de Evaluación del Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica hasta septiembre del 2014.


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